Los racimos de uvas comienzan como racimos de flores. La
floración y la fertilización son pasos necesarios para que se
den las uvas que se cosecharán más tarde. Cada uva es una
baya y viene de una flor. Las flores de la vid tienen unos
pétalos poco comunes, que se pierden cuando la flor está
completamente abierta. De todos modos, estas flores tienen
lo necesario para que haya fertilización, o sea cuentan con los
órganos femeninos y masculinos (Fig. 1 y 2).
Toda planta de vid que crezca de la semilla llevará una
configuración genética irrepetible que es mitad heredada de
un progenitor y mitad del otro progenitor. Esto significa que,
en términos generales, esta nueva planta tendrá algunas
características similares a las de un progenitor, otras similares
a las del otro progenitor y otras intermedias. Esta
reorganización de la información genética hace que
aparezcan nuevas características en una vid y que se vean
reflejadas en sus uvas y en el vino que sale de ellas. Este
fascinante proceso es el punto de partida para establecer
nuevas variedades.
En general las características que han motivado el establecimiento
de variedades al lo largo de la historia de la vid, desde su
domesticación ¡hace aproximadamente 10.000 años!, tiene que ver
con compuestos que determinan el sabor del vino y la resistencia
de la planta y las uvas a las adversidades del clima o a
enfermedades [1].
Todas estas características han sido seleccionadas
constantemente por viticultores. Esto se llama selección artificial
(porque es hecha por los humanos). Esta selección de
características deseables en una vid siempre ha existido y es un
proceso que continúa teniendo lugar, por ejemplo, buscando y
generando nuevas variedades que sean más flexibles al cambio
climático y se adapten a nuevos terrenos [2].
La fertilización intencional de una flor con polen procedente
de otra planta es un cruce. En términos de trabajo de
botánica y de desarrollo de nuevas variedades de la vid, si el
polen viene de flores de variedades cultivadas o de plantas
silvestres de la vid euroasiática (Vitis vinífera) hablamos de un
cruce entre plantas de la misma especie.
Tengo tres ejemplos de variedades que vienen de cruces
dentro de la especie Vitis vinífera, el primero es un cruce
ocurrido en la naturaleza y los otros dos son cruces
artificiales:
1. La uva Grillo es 99% probable que sea hija de la
variedad siciliana llamada Inzolia y la famosa variedad
mediterránea Moscatel de Alejandría, llamada Zibibbo
en la isla. Una prueba de paternidad de esta variedad
reveló que el material genético de Grillo es 50%
idéntico al de Inzolia y 50% idéntico al de Moscatel [3].
Lo que queda por averiguarse es en qué parte de Sicilia
y cuando ocurrió el cruce que dio origen a la primera
planta de Grillo.
2. La variedad Zweigelt nació del cruce entre
Blaufränkisch y Sankt Laurent, llevado a cabo hace
casi cien años por el botánico y profesor de viticultura
austriaco, Fritz Zweigelt. Esta variedad comenzó
llamándose con el código que identificó el cruce
(Klosterneuburg 181-2-71), luego fue bautizada
Rotburger por el mismo Sr. Zweigelt y finalmente fue
renombrada Zweigelt muchos años después de la
muerte de su desarrollador [4]. Rotburger es otro
nombre de Zweigelt que aún se usa.
3. En la República Checa, en 1975 un desarrollador de
variedades de la vid cruzó Cabernet Franc con
Zweigelt y de una de las semillas salió la planta M-43
que luego denominó Cabernet Moravia (Moravia es
una región en la República Checa). El el 2001 fue
oficialmente incluida en la lista de variedades de este
país [4]. Desde el punto de vista de familia, Cabernet
Moravia es nieta de Blaufränkisch y Sankt Laurent
¿Será la nieta materna o paterna?
La hibridación se ha hecho para generar variedades que
posean características que la vid euroasiática no tiene,
resistencia a enfermedades especialmente. Estos híbridos
también pueden heredar de sus progenitores características
que no son deseables en una vid para producir vino, como
sabores y calidad del vino. En biología siempre hay
compromisos y eso lo que hace apasionante el trabajo con
plantas.
La variedad norteamericana Concord es posiblemente de
origen híbrido (Vitis labrusca x Vitis vinífera), y la uva Isabella,
que es cultivada en muchas partes del mundo, incluyendo
Colombia también es posible que sea de origen híbrido. Un
ejemplo de vino hechos con estas variedades son el “Uhudler”
del sur de Burgenland en Austria y el Fragolino, un vino del
Véneto en Italia, hecho de la uva Isabella. Estos vinos son
principalmente de producción y consumo local.
La próxima vez que tomes un vino o veas un racimo de uvas
imagínate que ese racimo fue primero un racimo de flores y
trata de imaginar las muchas historias que guardan esas
flores.
Este blog está dedicado a los profesionales del vino en
Colombia que me han preguntado sobre el origen de
nuestros vinos (y sus uvas) y que quieren entender la
diferencia entre los términos cruce, híbrido y clon. Como
genetista, me gusta mucho contar estos temas acerca del
vino y el trabajo con las vides. En mi siguiente blog hablaré
del concepto de clon en viticultura.
2. Mozell M.R., Thach L. The impact of climate change on the
global wine industry: Challenges & solutions. Wine Economics
and Policy. 2014. (3):81-89.
doi /10.1016/j.wep.2014.08.001
3. Di Vecchi-Staraz M, Bandinelli R, Boselli M, This P, Boursiquot
JM, Laucou V, Lacombe T, Vares D. Genetic structuring and
parentage analysis for evolutionary studies in grapevine: kin
group and origin of the cultivar Sangiovese revealed. J Am Soc
Hortic Sci. 2007, 132(4):514–524.
doi.org/10.21273/JASHS.132.4.514
4. Robinson J., Harding J., Vouillamoz J. Wine Grapes: A
Complete Guide to 1,368 Vine Varieties, Including Their Origins
and Flavours. HarperCollins Publishers. USA. Pp. 1280.
ISBN-10: 0062206362