Por fortuna, contábamos con familiares y amigos que nos dieron ideas interesantes, y fue gracias a estas conversaciones que nos dimos cuenta de que la imagen que buscamos ya estaba en nuestras cabezas, solo que tenía que ir tomando forma. Resulta que la palabra Vinicultura ya implica la idea de cultivar, de trabajar la tierra y de cosechar y transformar sus frutos; entonces la primera imagen que ello nos evocó fue la de una vid, o parra, emergiendo de la tierra.
Ya teníamos un elemento importante, la parra, ahora nos hacía falta el viticultor (quien cultiva la vid). Pensamos en agregar la figura de una persona agachada bajo la vid, dispuesta en actitud de cosechar su fruto. La imagen nos gustó porque mostraba al vino como un producto de la tierra, del cultivo de la vid y sugería que la labor del viticultor es cuidar la planta y recibir sus frutos con respeto. A pesar de ello, sentíamos que la imagen solo contaba una parte de la historia.
Nos faltaba el elemento de curiosidad y de exploración, ese que nos lleva acercarnos a la vid y a conocer el mundo del vino y de apreciar su diversidad. Entonces, ensayamos reemplazando al viticultor por otro personaje, un animal que fuera de naturaleza curiosa y algo aventurera, un zorro. Nuestro zorro también estaba bajo la parra, oliendo el racimo, casi con la intención de morderlo y a la vez mostrando una actitud de curiosidad y respeto. El resultado fue el logo de Vinicultura.
La sorpresa que encerraba esta imagen era que sin quererlo habíamos reescrito visualmente la antigua fábula de Esopo de la zorra y las uvas. Con Vinicultura, le habíamos Blog #001, VINICULTURA dado un nuevo sentido. Varios lo notaron, y se enamoraron de nuestro zorro, de su significado y quisieron saber más de Vinicultura.
En la fábula de la zorra y las uvas, se narra la historia de una zorra que al ir por su camino vio unos racimos suculentos que colgaban de una parra muy alta, y se provocó. Para alcanzarlos intentó saltando muchas veces, pero fue en vano. Ya cansada e irritada, la zorra optó por seguir su camino, y frustrada por su fracaso se consoló convenciéndose de que las uvas no estaban maduras y que no valían la pena. La moraleja, según Esopo, es el desprecio que sentimos por lo que no podemos alcanzar, aunque no necesariamente es la única interpretación…
La reinterpretación de la fábula de Esopo, hecha por Vinicultura es la de un zorro curioso que sí alcanzó las uvas. Y lo logró porque estaba guiado por una genuina curiosidad y espíritu de exploración y porque se acercó a la parra para aprender. Sin lugar a duda llegó a disfrutar las uvas, pero eso ya queda en la imaginación del observador, y esa es la idea precisamente.
Como dato curioso, el zorro de Vinicultura tiene un nombre, se llama Vulpes, que es el nombre en latín de los zorros, y es también el nombre del género de estos animales de la familia de los perros. Incluso Vulpes tiene un nombre científico completo, el de la especie, ficticia por supuesto, de zorro amante de las uvas: Vulpes vinicultor.
Una manera fantástica de acercase y disfrutar un vino, es a través de historias. La invitación de Vinicultura es a que todos descubramos ese Vulpes que llevamos dentro, que nos motivemos por explorar, descubrir, y apreciar el apasionante y diverso mudo de las vides y el vino.
